Marcela Angulo: “Las directoras podemos empujar las metas de las empresas para romper brechas de género”
Directora de Colbún participó junto a la directora de Casa Moneda, Paula Díaz, y la directora de Scotiabank, Fernanda Vicente, en el encuentro “Nuevas conversaciones en torno a la equidad de género”.
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Las mujeres que integran mesas de directorios tienen el desafío de empujar el cambio hacia compañías más diversas, correr los cercos. Ese fue uno de los aspectos en el que concordaron las tres directoras de empresas que participaron como panelistas en la segunda edición del encuentro “#Somos Financieras, nuevas conversaciones en torno a la equidad de género”, realizado el viernes.
Organizado por DF y la agencia Vinculación, y presentado por Scotiabank en alianza con el ESE Business School de la U. de los Andes, en la actividad expusieron la directora de Casa Moneda, Paula Díaz; la directora de Colbún, Marcela Angulo; y la directora de Scotiabank, Fernanda Vicente. Fue moderado por el director del Centro de Gobierno Corporativo del ESE Business School, Alfredo Enrione.
Marcela Angulo identificó tres desafíos principales para las directoras de empresas. Uno es aportar con diversidad, no sólo de género, sino también geográfica y de lugar de estudios, como en el caso de ella que es de Concepción, “que de alguna forma se rompan estas elites de que se dan, no solo por ser de Santiago, también por haber estudiado en algunas pocas universidades o en algunos pocos colegios”. Eso es clave cuando las empresas están enfrentando enormes desafíos en su vinculación con las comunidades.
Lo segundo, dijo, es ser capaces de conectar distintos mundos, el público, el privado y académico. “Esa mirada que podemos traer quienes tenemos esa flexibilidad o esa ductilidad para movernos de mundos, y también es súper valiosa para las empresas”, sobre todo en aquellas que enfrentan situaciones complejas de crecimiento.
Como tercer eje planteó el ponerse metas más agresivas para la organización completa. “Las mujeres que estamos en los directorios tenemos la sensibilidad de estar mirando esos indicadores y de estar cuestionándonos si las metas son suficientemente ambiciosas”. Ahí, agregó, “tenemos una posibilidad de influir, somos hoy día un faro, una posibilidad de mirar este tipo de cosas y empujar con un poco más de fuerza las metas que las propias empresas se ponen para romper estas brechas”.
Destacó que ya se están abriendo más oportunidades y que seguro habrá en el muy corto plazo competencia por ese talento femenino para cargos de liderazgo. “Entonces, lo que viene ahora es que nosotras que estamos en una posición de privilegio seamos capaces de encantar a muchas más mujeres a asumir estas carreras en el ámbito más ejecutivo y en los directorios, para que esto sea efectivamente un proceso, un camino sin retorno”.
Paula Díaz, directora de Casa Moneda, subrayó la importancia de las estructuras sociales muy arraigadas, como el enfoque patriarcal, en la forma en que nos desarrollamos como sociedad y sostuvo que, por eso, un desafío clave para el Estado y las empresas “es hacer consciente, visible, el aporte y la riqueza que tiene traer a la mesa miradas diversas”.
“La diversidad per se importa riqueza, importa complementar la mirada que se tiene del fenómeno que se va a abordar. Y desde esa perspectiva, avanzar en todo aquello que tenga que ver con cuota de género, con iniciativas que visibilizan el beneficio que esto tiene en las organizaciones es una labor de cada una de nosotras hoy en día en los ámbitos en que cada una esté; estamos llamadas a colaborar”, afirmó.
En el caso concreto de Casa de Moneda, donde el 80% del directorio está constituido por mujeres y la presidencia también es femenina, dijo que la tarea es incorporar más mujeres a la línea productiva, que históricamente ha sido bien masculina.
Fernanda Vicente, directora de Scotiabank, comentó que el modelo de ser empresa está cambiando muy rápido, tal como está sucediendo con la sociedad y el modelo económico. “Cuando empezamos a hablar de los factores medioambientales, sociales y de gobernanza, no estamos hablando de algo que está de moda, estamos hablando de la transformación. Esto es mucho más profundo (…) Si uno de verdad quiere competir en este mundo, tiene que estar representado lo que el mundo en realidad es afuera, te guste o no”.
Destacó que ella, que viene del emprendimiento, representa a este tipo de “creadores de soluciones”, que muchas veces enfrentan una especie de choque cultural cuando llegan a espacios como el de los directorios, que suelen ser más lentos. “Uno viene con ese ímpetu, con una mentalidad más disruptiva, porque como en el emprendimiento hacemos todo con nada y todo es difícil, estamos súper acostumbrados a que las cosas no son imposibles”.
Planteó que el cambio que viene, el de verdad profundo, tiene que ver con la toma de decisión, y por eso, dijo, el mayor desafío es mantenerme siempre humilde, siempre conectada con la calle y con los cambios que están sucediendo.